Sintesi: Il valore di guardare al cinema con occhi critici, a partire dal decreto “Una delle principali” edito in 1909 che proibisce l'assistenza dei chierici alle sale cinematografiche.

Han pasado cien años de la publicación de este decreto sobre el cine y los clérigos (en Roma). Ante este texto, dos posturas pueden surgir en nuestra mente: reirnos de la antigüedad y lo absurdo del contenido; o por otro lado, encontrar algún valor aplicable en la actualidad. Iniciaré con la primera para concluir en la segunda: De antemano, es absurdo pensar en la prohibición de la asistencia de los clérigos a las salas cinematográficas, sobre todo hoy que se exhorta a la Iglesia a estar más presente en los medios masivos. Detrás de está prohibición encontramos la razón de la misma, que se menciona al inicio del documento: “costumbres que choquen con la santidad y dignidad del estado eclesiástico”. Este valor aún es vigente hoy, incluso en lo que se refiere a la cultura cinematográfica.
Esta llamada de atención, es válida tanto para clérigos como para todos los fieles cristianos, pues los contenidos ofensivos, irreverentes y heréticos contra la religión y la moral, afectan a toda la Iglesia. El Magisterio sigue siendo sabio. En su momento, la inasistencia del clero al cine fue una solución. Hoy, un siglo después, la principal invitación a todos los cristianos sería: cuidar lo que exponemos a nuestros sentidos, y a la vez, juzgar los contenidos con una visión crítica. Exhortar a que todos incluyan valores cristianos en el cine es difícil, pues pocos tienen acceso al oficio de este arte; pero todos podemos mirar con ojos críticos, orientar a otros espectadores, emitir juicios de valor sobre lo que se nos presenta. Esto exigirá también instruirnos en las cuestiones sobre fe que desconozcamos. Y sobretodo para los que somos comunicólogos, de todas nuestras tareas, esta es una delle principali.
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