Significado del Título

Kahal es una palabra en Maya que significa "pueblo", consiste en una pequeña comunidad o grupo humano, concepto similar al de Kahal en hebreo; "Asamblea, congregación".

Kahal è una parola in Maya che significa "villaggio", consiste in una piccola comunità o gruppo umano, concetto simile a quello di Kahal in ebraico:
"assemblea, congregazione".


¿De qué se trata este Blog?

Es un foro sobre Teología y Comunicación, en la Iglesia.

Palomitas Prohibidas


Sintesi: Il valore di guardare al cinema con occhi critici, a partire dal decreto “Una delle principali” edito in 1909 che proibisce l'assistenza dei chierici alle sale cinematografiche.

Unas de las principales cargas de nuestro oficio es la de cuidar que no se introduzcan en el clero costumbres que choquen con la santidad y la dignidad del estado eclesiástico. Se ha comprobado que miembros del clero secular y regular, frecuentan los cines públicos, donde con frecuencia se ofende a la religión y a la moral. Hemos creído que debíamos informar al Santo Padre pidiéndole tomara medidas oportunas y eficaces para remediar un asunto tan grave. Y, en su nombre, recordamos a los sacerdotes que se abstengan de asistir a las salas públicas y en particular a los espectáculos que se presentan en los cines públicos de Roma.” Esto es lo que manda el decreto “Una delle principali”, del Cardenal Gasparri, vicario de Roma, el 15 de julio de 1909. Sí, has leído bien el contenido y la fecha.

Han pasado cien años de la publicación de este decreto sobre el cine y los clérigos (en Roma). Ante este texto, dos posturas pueden surgir en nuestra mente: reirnos de la antigüedad y lo absurdo del contenido; o por otro lado, encontrar algún valor aplicable en la actualidad. Iniciaré con la primera para concluir en la segunda: De antemano, es absurdo pensar en la prohibición de la asistencia de los clérigos a las salas cinematográficas, sobre todo hoy que se exhorta a la Iglesia a estar más presente en los medios masivos. Detrás de está prohibición encontramos la razón de la misma, que se menciona al inicio del documento: “costumbres que choquen con la santidad y dignidad del estado eclesiástico”. Este valor aún es vigente hoy, incluso en lo que se refiere a la cultura cinematográfica.

Esta llamada de atención, es válida tanto para clérigos como para todos los fieles cristianos, pues los contenidos ofensivos, irreverentes y heréticos contra la religión y la moral, afectan a toda la Iglesia. El Magisterio sigue siendo sabio. En su momento, la inasistencia del clero al cine fue una solución. Hoy, un siglo después, la principal invitación a todos los cristianos sería: cuidar lo que exponemos a nuestros sentidos, y a la vez, juzgar los contenidos con una visión crítica. Exhortar a que todos incluyan valores cristianos en el cine es difícil, pues pocos tienen acceso al oficio de este arte; pero todos podemos mirar con ojos críticos, orientar a otros espectadores, emitir juicios de valor sobre lo que se nos presenta. Esto exigirá también instruirnos en las cuestiones sobre fe que desconozcamos. Y sobretodo para los que somos comunicólogos, de todas nuestras tareas, esta es una delle principali.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios son bienvenidos.